Ingeniería Civil: el otro lado de la dificultad
martes, 17 de noviembre de 2020
Las ingenierías son de esas carreras a distancia y presenciales donde los inscriptos son muchos pero, debido a su dificultad, los egresados son pocos. Que sea difícil asusta a muchos, pero ese no debería ser el caso.
Incursionar cualquiera de las ingenierías presenciales o a distancia es siempre un desafío dado que la dificultad no es la misma que la de otras carreras a distancia ni presenciales, o al menos eso se cree. Lo cierto es que el miedo a no estar a la altura espanta a muchos interesados e interesadas en estas carreras a distancia y presenciales por las que, de otro modo, apostarían para su desarrollo académico.
El caso de la Ingeniería Civil es uno de los más emblemáticos, porque esta ingeniería en particular goza de la fama de ser “de las más difíciles”, algo que la mayoría de las veces le juega en contra.
¿Por qué?
Una de las razones por las que es considerada difícil es por su contenido: hidráulica, mecánica, cálculo, física, matemática y un gran y complicado etcétera son algunas de las integrantes de una malla curricular que a simple vista puede resultar impactante.
Además, el hecho de que el área de trabajo donde se apliquen los conocimientos aprendidos sea nada más y nada menos que el espacio público también se presenta como un desafío mayor: el pasaje de los cálculos en papel a, por ejemplo, la tarea física propiamente dicha de reparar un puente, necesita de un profesional con confianza y con una formación académica extensa e intensa.
Sin embargo, este artículo no busca asustar más a quienes ya estaban asustados, ni tampoco desmotivar a quienes esperan con ansias cursar esta u otras ingenierías presenciales o a distancia. Por eso, es importante también destacar sus beneficios.
Ingeniería Civil: la otra cara
Un gran ejercicio es pensar a esta ingeniería (y en realidad a todas las ingenierías presenciales o a distancia) desde la perspectiva de los habitantes del lugar donde el egresado se desempeñe: el tener los conocimientos necesarios para poder reparar estructuras ubicadas en el espacio público implica impactar directamente en la calidad de vida de sus habitantes. Así, volviendo al ejemplo del puente, esa intervención contribuiría directamente al bienestar de la población general, y pocas cosas más satisfactorias existen que ayudar a los demás en tiempos de necesidad.
Por el lado profesional, esta ingeniería forma profesionales capaces de gestionar recursos humanos y materiales y controlar procesos dentro de una empresa, lo cual significa la educación de ingenieros más que capacitados para llevar adelante una de las áreas laborales que más contribuyen al crecimiento socioeconómico de un país.
Así que lejos de pensar a esta ingeniería como un desafío imposible, hay que observarla como un reto que de cumplirse abre las puertas a una profesión que no solamente implica beneficios para el ingeniero en sí mismo (a través de un salario alto, o del prestigio que tienen las ingenierías en general como carreras a distancia y presenciales) sino para la sociedad como conjunto, que encuentra en su labor la clave para mejorar su calidad de vida.
En Paraguay, podés estudiar esta y otras ingenierías presenciales en muchas instituciones educativas, pero la Universidad Politécnica Taiwán-Paraguay es una gran alternativa, ya que dicta exclusivamente ingenierías presenciales de diversos tipos, bajo la tutela de profesionales internacionales.
Así que si estás pensando en adentrarte en esta o ¿por qué no? otras carreras a distancia y presenciales y quieres obtener más información, puedes empezar haciendo click acá.
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